El mal estar del comer
Frente a los cambios en la personalidad de los hijos muchos padres se siente desorientados es lógico en la adolescencia todos los chicos ahora hacen dieta, “no es para preocuparse”, prefieren pensar mientras sostienen que e la etapa que esta atravesando, es lo más común que el adolescente se encierre en su cuarto para “buscarse así mismo”.
Sin embargo los jóvenes que sufren un trastorno alimentario se aíslan en su cuarto porque se sienten solos, están deprimidos o se quieren dar un atracón.
Por supuesto, esto es difícil de aceptar, que un joven de 15 años o una chica linda con toda la vida por delante o que no tiene responsabilidades pueda estar deprimido es impensable para muchos padres ¿que le falta? Si le damos todo lo que quiere, se preguntan todos los padres como desconcertados
De hacerse preguntas y intentar cambiar su ansiedad con respuestas que ni usted mismo pueda contestar. Si su hijo esta menos comunicativo, se niega a compartir la mesa familiar, pasa demasiado tiempo en el gimnasio o encerrado en su cuarto, es mas que evidente que algo le esta pasando y usted como padre tienen derecho y la responsabilidad de averiguar que es.
De acuerdo, no hay que exagerar. Unas pocas actitudes extrañas no bastan para sentenciar que el adolescente pueda sufrir un trastorno alimentario, así como tampoco alcanzan para suponer que se pueda estar drogando. No se trata de inventar fantasmas, sino de estar atento. En realidad no es para nada desacertado pensar que un adolescente que se aísla social mente con seguridad ha de tener algún problema digno de ser tomado en cuenta.
Es conveniente no minimizar las señales y hablar con él, si se niega a escucharlo consulte con un especialista. No se someta a la tiranía de los adolescentes aveces es mejor pecar de entrometido en los asuntos de un hijo que lamentarse más tarde por no haberse dado cuenta a tiempo.
Sin embargo los jóvenes que sufren un trastorno alimentario se aíslan en su cuarto porque se sienten solos, están deprimidos o se quieren dar un atracón.
Por supuesto, esto es difícil de aceptar, que un joven de 15 años o una chica linda con toda la vida por delante o que no tiene responsabilidades pueda estar deprimido es impensable para muchos padres ¿que le falta? Si le damos todo lo que quiere, se preguntan todos los padres como desconcertados
De hacerse preguntas y intentar cambiar su ansiedad con respuestas que ni usted mismo pueda contestar. Si su hijo esta menos comunicativo, se niega a compartir la mesa familiar, pasa demasiado tiempo en el gimnasio o encerrado en su cuarto, es mas que evidente que algo le esta pasando y usted como padre tienen derecho y la responsabilidad de averiguar que es.
De acuerdo, no hay que exagerar. Unas pocas actitudes extrañas no bastan para sentenciar que el adolescente pueda sufrir un trastorno alimentario, así como tampoco alcanzan para suponer que se pueda estar drogando. No se trata de inventar fantasmas, sino de estar atento. En realidad no es para nada desacertado pensar que un adolescente que se aísla social mente con seguridad ha de tener algún problema digno de ser tomado en cuenta.
Es conveniente no minimizar las señales y hablar con él, si se niega a escucharlo consulte con un especialista. No se someta a la tiranía de los adolescentes aveces es mejor pecar de entrometido en los asuntos de un hijo que lamentarse más tarde por no haberse dado cuenta a tiempo.
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